La Justicia de Garantías elevó a juicio la causa contra Brandon Tomás Ledesma (19) por el asesinato de Jeremías Fredes (18), ocurrido en enero de 2023. Está imputado por "homicidio agravado por empleo de arma de fuego y por alevosía", un delito que prevé la pena de prisión perpetua.
La Justicia de Garantías elevó a juicio la causa por el asesinato de Jeremías Fredes (18) en el barrio El Progreso tras el robo de una gallina, que tiene como único imputado a Brandon Tomás Ledesma (19).
El juez de garantías Daniel De Marco dio lugar al pedido de la fiscal Romina Díaz y llevar a juicio a Ledesma por “homicidio agravado por empleo de arma de fuego y por alevosía”, un delito que contempla la pena de prisión perpetua.
La defensa de Ledesma, representado por el abogado Mauricio Varela, cuestionó la carga probatorio y, sobre todo, el agravante de alevosía. Esta “incertidumbre” de si se debe aplicar o no esa calificación es compartida también por el juez De Marco, quien consideró que el mejor lugar para despejar toda duda es justamente un juicio oral.
Cabe recordar que el hecho ocurrió el 8 de enero de 2023, cerca de las 19.30 sobre la calle Juana Manso al 1200 cuando, según la hipótesis fiscal, Ledesma le efectuó varios disparos a Jeremías Nahuel Fredes, impactándole al menos con uno de ellos en el sector de su cuello, mientras la víctima se hallaba de espaldas al agresor ya que corría para evitar ser alcanzado por los disparos. La víctima fue luego trasladada de urgencia hasta el Hospital Interzonal en el auto de un vecino, pero falleció el 16 de enero tras estar internada ocho días.
Un crimen por una gallina
Todo empezó por el robo de una gallina del patio de una casa ubicada en Azopardo al 6100. Ante esta situación, el dueño del animal encaró hacia la casa del sospechoso, en la que estaba Ledesma, y exigió que se lo devolvieran.
Esto generó una discusión y al confrontar con el supuesto ladrón, intercedieron los amigos de ambos: Jeremías Fredes en apoyo de la víctima del robo y Brandon Ledesma en la facción acusada de robar la gallina.
Los agresores ingresaron de nuevo a la casa de Brandon Ledesma y salieron luego armados con palos, fierros, cuchillos y piedras. Según testigos, Ledesma salió con un arma de fuego y fue directamente contra Jeremías Fredes. Primero le disparó a las piernas, por lo que el joven huyó y, mientras corría le tiró por la espalda. Quienes estaban presentes, además de los disparos, escucharon el desgarrador grito de la madre de la víctima: “Me lo mató, el hijo de puta me lo mató”.
“Parecía que estaban empecinados con Jeremías. Tenían algo contra él”, diría un testigo luego.
Un vecino que llegaba a su casa en su auto Volkswagen Gol vio a unas diez personas que protagonizaban una pelea y, cuando se separaron, observó que estaba Fredes tendido en el suelo, con sangre que emanaba de su garganta. Sin dudarlo le pidió ayuda a un amigo, lo cargó en el auto y lo llevó hasta el Hospital Interzonal, donde falleció el 16 de enero, tras ocho días de agonizar en la terapia intensiva.
Jeremías Nahuel Fredes tenía 18 años cuando fue asesinado, en enero último.
Seis meses prófugo y una declaración que no convence
Ledesma logró estar prófugo por seis meses, hasta que el 28 de junio de 2023 fue detenido mientras andaba en una moto Honda Tornado robada e intentó evitar la presencia policial en inmediaciones de las calles Caraza y Reforma Universitaria. Esa maniobra despertó las sospechas de los efectivos, quienes comenzaron a perseguirlo.
Ledesma se bajó de la moto, la abandonó e intentó continuar su fuga corriendo, pero fue reducido en cuestión de segundos. En ese momento, el joven se hizo pasar por su hermano, menor de edad, por lo que fue trasladado al Centro de Admisión de Batán (CAD). Sin embargo, al identificarlo allí por sistema informático los investigadores supieron que se trataba del acusado por el crimen de Fredes, sobre quien debido a ello pesaba un pedido de captura. Además, la policía confirmó que la moto que manejaba había sido robada ese mismo día, en jurisdicción de la comisaría tercera.
Si bien en un principio Ledesma se había negado a declarar, luego dio su versión de los hechos. El imputado del crimen dijo que Fredes fue quien ingresó a su casa con un arma mientras perseguía a su hermano menor, por lo que intercedió para defenderlo y forcejó. En ese forcejeo, dijo en su declaración, le quitó el arma a la víctima para luego efectuar un disparo al piso. En este relato, Ledesma explicó que Fredes se fue corriendo y que luego fue que escuchó a alguien decir que “le habían pegado un tiro”.
La fiscal Díaz tilda de inverosímil esta versión exculpatoria, ya que a su entender la mecánica del hecho no coincide con ninguno de los testimonios de los vecinos presentes en el lugar, que ubican al imputado con un arma de
fuego disparando a Fredes. Tampoco le resulta convincente que haya tirado el arma sin recordar dónde. Y, finalmente, considera que no se condice con la conducta adoptada después del hecho, ya que sabiéndose inocente, Ledesma se mantuvo prófugo seis meses, hasta ser aprehendido mientras manejaba una moto robada.
Pedido se sobreseimiento
El abogado Varela solicitó el sobreseimiento del imputado por el homicidio, ya que consideró que la fiscal no habría logrado reforzar la hipótesis acusatoria inicial y que las constancias probatorias no harían más que probar la ajenidad de su asistido en el hecho.
Además, sostuvo que las declaraciones testimoniales resultan contradictorias, deficientes y ambiguas entre sí, en lo que respecta al conflicto previo suscitado entre la víctima y los agresores. También criticó el accionar de la fiscalía en la investigación, por no haber citado a prestar declaración a todos los identificados que habrían participado en la “pelea barrial”.
Finalmente, además de cuestionar el agravante de “alevosía”, el abogado defensor concluye que “el caso presenta una situación de duda que impide la realización del debate, ya que no podrán obtenerse nuevos elementos
de convicción que modifiquen este cuadro de incertidumbre”.
El De Marco desestimó estos planteos y elevó la causa a juicio contra Ledesma por “homicidio agravado por empleo de arma de fuego y por alevosía” y sí compartió con la defensa la “incertidumbre” en la calificación de “alevosía”, algo que se podrá cuestionar justamente en un debate oral y público, en el que el joven podría recibir pena de prisión perpetua.